Alejandro Popovsky, decano de ingeniería de la Universidad de Palermo, se refirió al presente de las distintas ingenierías y comentó sobre los avances del Lab Sat IoT
La ingeniería continúa siendo una de las carreras profesionales más demandadas en la Argentina, y en el mundo. Las relacionadas con la informática son las más requeridas dado el contexto histórico global que transita la humanidad. Sobre este segmento del ámbito universitario se refirió Alejandro Popovsky, decano de ingeniería de la Universidad de Palermo (UP), y uno de los responsables del proyecto Lab Sat IoT, el laboratorio espacial que se desarrolla de manera conjunta con el COPITEC y Fundetec.
“Las carreras de ingeniería tienen una gran demanda, aunque no en todas las áreas por igual. Las que más crecen son las relacionadas con la informática, que lo atribuyo a que hay una mayor demanda de los profesionales de este tipo. El ingreso de estudiantes para estas especialidades es bastante mayor que el de otras actividades, genera mucho interés”, dijo Popovsky.
Sostuvo que, a la hora de evaluar al grueso de estudiantes que ingresan a las distintas carreras de ingeniería, se advierte que hay dos vertientes: por un lado, están quienes hacen la elección por vocación y, por el otro, quienes están motivados por la oportunidad laboral.
“En general, hay una expectativa en torno a que quienes se dedican a la ingeniería tienen un trabajo bien remunerado y hay demanda, entonces estos se convierten en factores importantes, y eso se ve en la matrícula. Y lo que también se advierte, además de la motivación económica y la vocación, es la tradición familiar”, aseguró el decano de ingeniería de la UP.
Claro que advirtió que, una vez que se inicia la carrera, comienza la hora de la verdad. “Cuando los estudiantes se enfrentan con los elementos de la profesión ahí se ve si les gusta o no, al interactuar con el contenido. Al principio hay una magia pero, luego, ven la verdad porque también se encuentran con sus capacidades y ven si hay matching o no. Pero por suerte, sí hay mucho matching porque tienen muchas maneras de desarrollar la ingeniería, tanto desde el punto de vista de la consultoría, como de la investigación, o el asesoramiento. Y es en el modo de desarrollar la carrera cuando se encuentran las compatibilidades pues dos profesionales podrán desempeñar su actividad de manera distinta”, agregó Popovsky.
Sostuvo, en este sentido, que desde la UP siempre se trata que descubran esa posibilidad de desarrollar la ingeniería para que se puedan explorar distintas líneas.
La sala limpia, en etapa final
Luego, Alejandro Popovsky se refirió al Lab Sat IoT, el laboratorio espacial de Internet de las Cosas, liderado por el COPITEC y Fundetec y donde la UP aporta el expertise académico.
“Venimos avanzando en la misión. Esta etapa es relativa a la plataforma que hace el procesamiento de las comunicaciones. Venimos ensayando la arquitectura para el procesamiento de las distintas tecnologías de comunicación que va a incluir”, explicó.
Sostuvo que se realiza un trabajo específico para cada tecnología, lo que implica que el hardware sea compatible con cada uno de esos desarrollos. A esto se suma el diseño de varias de las partes que efectúan el manejo de señales, además del trabajo referido a la comunicación entre los componentes internos del satélite.
Popovsky aseguró, además, que “ya está casi terminada la sala de integración del satélite”. Los componentes específicos del “Lab Sat IoT “tienen que ser manipulados dentro de la sala limpia porque al operar en órbitas bajas, lo que supone un ambiente de radiación, se acumulan muchas cargas y se generan tensiones. Por eso, la manipulación se hace allí y ya está casi terminada “, concluyó.
El Lab Sat IoT es un laboratorio espacial conformado por un satélite LEO que servirá para hacer tareas de investigación y desarrollo en el verdadero campo. El proyecto contempla una segunda fase, en la que se buscará construir una constelación de satélites LEO de comunicaciones que brinde servicios sobre el territorio argentino.