Desde el Consejo Profesional de Ingeniería de Telecomunicaciones, Electrónica y Computación (COPITEC) junto a FUNDETEC y la Universidad de Palermo, les queremos contar que fue aprobado  el “Proyecto Satelital de órbita baja para laboratorio universitario en tecnologías de telecomunicaciones loT” mediante la Resolución N°1060 de la ex Secretaría de Industria, Economía del conocimiento y gestión comercial externa del entonces Ministerio de desarrollo productivo de La Nación en el marco del “Programa Potenciar Economía del Conocimiento”, convocatoria específica Potenciar Industria Satelital y Aeroespacial.

La normativa hace referencia al Labsat IoT, el laboratorio satelital que están desarrollando FUNDETEC y la Universidad de Palermo en colaboración con COPITEC. Recordamos que en 2021 ganó uno de los concursos del Ministerio de Desarrollo orientado a promover proyectos de economía del conocimiento y obtuvo un Aporte No Reembolsable (ANR) por 36 millones de pesos.

En tal sentido, habiendo constatado que las modificaciones declaradas se adecúan a los parámetros establecidos en el punto 13 del Reglamento Operativo del mencionado Programa, procedemos a comunicarle la aprobación de la precitada reestructuración, pudiendo a partir de la notificación del presente avanzar con las modificaciones requeridas.

El sector satelital es uno de los que conforman la economía del conocimiento en la Argentina, y su ventaja radica por sobre otras actividades económicas ya que se trata de una actividad federal que se desarrolla de manera distribuida en todo el territorio argentino. Su insumo básico es contar con buena conectividad, con universidades y con empresas que de manera conjunta trabajen en el desarrollo de ecosistemas como formas de impulsar el conocimiento. Todo esto es tenido en cuenta y forma parte de los fundamentos del LABSAT IOT.

El laboratorio especial es oportunidad para que el sector académico desarrolle actividades, genere más conocimiento. La Argentina es uno de los países del mundo que tiene más historia en materia satelital, no sólo porque ha construido vehículos como el Arsat sino porque existe un polo de conocimiento en Río Negro, en Bariloche, en torno al Invap.

Esa experimentación y generación de conocimiento, además de nutrir al mundo académico, será la base para la segunda etapa de este proyecto, orientado a la construcción de una constelación de satélites para Internet de las Cosas.